En este primer Domingo de Cuaresma de 2023, las Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, compartimos una reflexión preparada por la Provincia Adoratriz de América:
La Cuaresma es tiempo necesario para vivir a profundidad el Misterio Pascual, tiempo suficiente que nos prepara ante las pruebas, las luchas, las resistencias y tentaciones que nos asedian en nuestro diario vivir.
Lo que da fuerza a las tentaciones es todo aquello que va en contra del amor de Dios, lo que nos divide y aparta de la Fuente: riqueza, gloria y poder. Las tentaciones son experiencias de cada día, el desierto nos pone a prueba, pero sabemos que delante de Jesús Eucaristía el desierto y las tentaciones se convierten en el camino que nos une más a Dios.
Como lo vemos en el Evangelio que se nos propone para este primer domingo de Cuaresma, Jesús experimentó en su vida la fuerza de las tentaciones, conducido al desierto por el Espíritu que le acompaña y ayuda a dar respuesta a su elección.
En cada jornada las tentaciones caminan junto a nosotras, pero está en cada una la libre elección de consentirlas o no caer en ellas, encontrando el único punto de apoyo que es Jesús Eucaristía.
Madre Sacramento nos ha mostrado también el camino para no consentir las insidias del mal en nuestra vida cuando nos invitaba a vivir como ella aquel Shemá que daría pleno sentido a su consagración religiosa: “amaras al Señor tu Dios Sacramentado, con todo tu corazón (obediencia), con toda tu alma (castidad), con todas tus fuerzas (pobreza) y con toda tu mente (No cometer pecado venial deliberado y hacer siempre lo más perfecto)”.
Pidamos la Gracia al Señor de vivir este tiempo propicio con intensidad, seguras de que el Espíritu nos acompaña en este camino, para juntas y colmadas de esperanza poder celebrar el triunfo de la Vida al ritmo de Adorar y Liberar.