La Eucaristía, fuente de la espiritualidad Adoratriz

La Eucaristía, fuente de la espiritualidad Adoratriz

El proceso de formación de los laicos adoratrices no para, a pesar de la situación de pandemia; el pasado 20 de noviembre, el grupo “Semilla” conformado por un equipo de laicos adoratrices, que venimos siguiendo y sirviendo a Jesús Eucaristía, desde el carisma adoratriz, estuvimos reflexionando acerca de esta aventura, que es el hecho de pertenecer a la familia adoratriz; aventura que es “vivida desde una espiritualidad eucarística” y cuya identidad está inmersa en el carisma que retrata la experiencia de Santa María Micaela.

Profundizamos acerca de los rasgos carismáticos asidos en la Eucaristía: Comunión y amor, en el sentido que la experiencia de Santa María Micaela nos mueve a “ser amigas y amigos de Jesús y compartir su misión de Liberación”: nuestra Misión es en realidad una gran relación de amistad que tiene su génesis en el llamado de Dios a una vida consagrada y laical, en una profunda relación de amor con Jesús, trasmitida a las mujeres que claman por su libertad.

La experiencia eucarística de nuestra Santa, nos invita a vivir la Eucaristía al estilo de Jesús, en comunión, en una experiencia de amor entre hermanas y laicos de tal forma que podamos responder al desafío de ser pan partido y repartido para “ellas”, que necesitan ser liberadas con el amor y el sentido apostólico, misionero que solo emana de la Eucaristía.

Esta experiencia de formación nos ha dejado a hermanas y laicos, varios cuestionamientos que nos llevan al discernimiento personal y comunitario: ¿Cómo estamos viviendo la dimensión comunitaria de la Eucaristía?  ¿nuestra vida comunitaria responde a una mesa común compartida por hermanas y lacios? ¿Nuestra experiencia de adoración, renueva la presencia liberadora de Jesús? …Son muchas preguntas que quedaron en el interior de los laicos y hermanas; seguramente nos mueven las fibras de la reflexión en el compromiso comunitario, apostólico y liberador que tenemos con Jesús.

Finalmente, confirmamos que la Pasión de Santa María Micaela por la Eucaristía, es la puerta siempre abierta a nuestra espiritualidad adoratriz.

Floralba Gómez C. Laica Adoratriz

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