Las Adoratrices, Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, comprometidas con el cuidado de la casa común, nos sumamos a la celebración del Día Mundial del Medioambiente.
2023 marca el 50 aniversario de este día mundial, establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 y celebrado cada 5 de junio desde 1973. Cada año esta jornada es auspiciada en un país, en este caso, el anfitrión y organizador es Costa de Marfil. Se trata de una fecha celebrada por millones de personas en todo el mundo.
El tema de 2023 para el Día Mundial del Medio Ambiente, se centra en las soluciones a la contaminación por plásticos mediante la campaña #SinContaminaciónPorPlásticos.
De acuerdo a la página web oficial de este día, “el mundo está inundado de plástico. Más de 400 millones de toneladas de plástico se producen cada año, de los cuales la mitad se conciben para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla.
Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan en lagos, ríos y mares, lo que equivale en peso a un buque petrolero rebosante de bolsas de plástico, botellas y demás artículos que se vierten en nuestras aguas cada dos días. Hoy en día, el plástico rebosa en los vertederos de basura, invade los océanos y produce humo tóxico al quemarlo, lo que lo convierte en una de las amenazas más graves para el planeta”.
Asimismo, la ONU informa que los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire y que es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes.
La página web del Día del Medioambiente ofrece un guía para contribuir al logro de un planeta sin contaminación por plásticos, ofreciendo algunos consejos útiles sobre cómo todos podemos contribuir a resolver la crisis de la contaminación por plásticos.
El compromiso de las Adoratrices con el cuidado de la casa común
En mayo de 2015, se publicó la encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco. Por primera vez, un pontífice dedicaba un documento magisterial tan importante como una encíclica a tratar el tema ecológico. En ella, el Santo Padre plantea una meta ambiciosa: un cambio del ser humano, un cambio profundo e integral en el modo de percibir, de ver y de estar en el mundo. En definitiva, una conversión ecológica.
El Santo Padre resalta en el texto que “se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta”. Esto permite presentar una mirada esperanzadora que atraviesa toda la encíclica: “La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra Casa común”; “el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente”.
“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias. Todo esto es parte de una generosa y digna creatividad, que muestra lo mejor del ser humano”, indica el Papa.
En esta línea y con motivo del Día Mundial del Medioambiente 2023, la Congregación de las Adoratrices renueva el compromiso iniciado a partir de la encíclica Laudato Si’ de proteger la Casa común y vivir una ecología integral en comunión con toda la creación.