Concluye la Asamblea Formativa

Concluye la Asamblea Formativa

Tras una intensa semana de encuentro intercultural, iluminación, reflexión, intercambio, búsqueda conjunta, enriquecimiento mutuo y proyección de futuro clausuramos hoy la Asamblea de Formación con el lema “A vino nuevo, Odres nuevos. Formación para una Vida Consagrada que ya emerge”, en la que hemos participado 25 hermanas de la Congregación.

Comenzamos abordando el tema de “Una formación transformadora para la vida consagrada hoy”, se nos invitó a partir de nuestra experiencia personal, a preguntarnos por nuestro propio proceso de transformación, a tomar la temperatura de nuestra vida, a preguntarnos ¿soy feliz en mi vida consagrada?  ¿cuál es mi satisfacción respecto a la vida de comunidad, respecto al servicio y misión que realizo?  ¿Soy más alegre según voy avanzando en las distintas etapas de la vida?, etc. La formación es un proceso que incide en la vida y la transforma.

A continuación, nos adentrarnos en la realidad y desafíos de la formación en los diferentes continentes.: América, Europa –África, y Asia. Diversidad, riqueza, retos comunes y matices diferentes, claves que nos guían : lo intercongregacional , lo intercultural, lo intergeneracional,  la itinerancia , la sinodalidad.

Hemos abordado   el gran desafío de la interculturalidad en la Formación Inicial, que implica acoger la diversidad, escuchar creativamente, entender lo que es nuevo, modelar lo que es posible, reciprocidad en la adaptación, reconocer y comprender en las comunidades la diversidad y tratar los problemas culturales desde el evangelio.

Hemos mirado, escuchado, cuestionado, debatido y analizado nuestra realidad formativa, lo que dijimos en el Capítulo General respecto a la Formación, lo que han dicho las hermanas a través del cuestionario que se ha enviado, lo que han dicho las formadoras en los encuentros mantenidos, lo que dicen nuestros documentos congregacionales.

Son muchos los desafíos de la Formación ante una vida consagrada que emerge, que se perfila nueva, diferente, más evangélica, arraigada en lo esencial, comprometida con las situaciones de vulnerabilidad de nuestro mundo; desafíos que nos llevan a consensuar criterios y a responder con nuevas opciones y decisiones que implican la participación y corresponsabilidad de TODAS.

Hna. Antonia López

 

 

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