Celebrar con alegría y esperanza el 165 aniversario de nuestra fundación es reavivar, vitalizar el carisma de adorar-liberar, es mantenerlo en camino y crecimiento conducidas por el Espíritu Santo que nos va diciendo a través de la oración, el discernimiento, a través de la historia y de los tiempos, en cada lugar y en las diversas situaciones. como acercarnos, acoger y caminar con las mujeres que hoy viven tantas situaciones de esclavitud.
Será un tiempo abrir nuestro corazón para mirar y mirarnos, hacer recorrido y detenernos en tantos momentos de nuestra historia congregacional para “contarnos” lo que hicieron nuestras hermanas, desde Micaela; profundizar en esos relatos de vida, que las motivaron en el camino, las animaron en las dificultades, con valentía compartieron, fueron luz, para mantener vivo el carisma. Nos corresponde ahora a nosotras, a toda la FAMILIA ADORATRIZ, continuar manteniendo vivo el fuego del carisma.
